Hoy nos tocó ponernos el "mono de trabajo" y preparar nuestros propio cuento. Durante mi infancia recuerdo a mi madre leyéndome cuentos de Gloria Fuertes, creo que eran unos cuentos muy buenos porque a parte de bonitos siempre tenían una moraleja, siempre te dejaban con la sensación de que habías aprendido algo. El cuento que yo escribí no esta basado en ninguna vivencia directamente, pero indirectamente sí, ya que pienso que "el programa mágico" que reciben los niños es algo muy necesario hoy en día para niños que tengan dificultades en su vida. Este cuento creo que es apto para todas las edades ya que intento que predominen unos valores que para mi son esenciales en la vida TOLERANCIA, RESPETO A LOS DEMÁS, ESFUERZO y sobre todo uno LUCHAR, LUCHAR POR TUS SUEÑOS.
Rodri el mago: alimentando una ilusión se crea ilusión

Rodri tenía un sueño claro,
convertirse en mago y hacer con su magia disfrutar a mucha gente, soñaba con
sus espectáculos repletos de personas, niños, adultos, ancianos...
La verdad es que se sentía un
niño feliz cuando estaba en su habitación alimentando sus sueños, pero cuando
salía de su mundo tenía un problema...¡El colegio!. Sus compañeros no
comprendían por qué Rodri tenía aquella obsesión por la magia. Muchos le decían
"no llegarás a nada" "nosotros sí que tenemos sueños
importantes" yo seré empresario -decía uno, y yo abogado o mejor juez, y
seré rico... Todos consideraban que sus deseos les llevarían a un futuro
próspero y que Rodri no llegaría a nada.
¡Pero son trabajos sin diversión!
gritaba Rodri . La verdad es que no tenía muchos amigos y todos se metían con
él.
Por su cumpleaños sus padres le
regalaron un kit de magia con un montón de trucos y él aumentó increíblemente
su dificultad. ¡Era su sueño! se pasaba el día jugando con cartas, haciendo
aparecer pañuelos, desaparecer pelotitas...se estaba convirtiendo en solitario
en un gran mago aunque seguía sin ser aceptado por sus compañeros que bromeaban
sobre sus rarezas y consideraban que así no llegaría a nada.
Pasó el tiempo y uno de esos
niños compañeros de Rodri llegó a ser juez, un juez importante y triste, un
juez importante y aburrido. Ese juez tuvo un hijo que enfermó por una extraña
enfermedad...estaba triste, no encontraba sentido a seguir viviendo, no quería
comer...y tuvo que ingresar en un hospital.
Un hospital de niños tristes como
él que no encontraban sentido a sus vidas porque no veían nunca a sus padres,
porque tenían todo y no les había costado nada conseguirlo, porque estaban
aburridos de tener de más.
Pero en ese hospital existía una
terapia muy especial, una terapia "mágica" que había inventado un
mago muy especial llamado Rodri. Una terapia que consistía en llevar la magia y
la ilusión a las vidas de unos niños que pensaban que ya nada merecía la pena,
una terapia que les cambiaba sus vidas y les conseguía traer la ilusión, la felicidad,
las ganas de aprender...que les demostraba que la magia existe y merece la pena
descubrirla en el día a día de la vida. Gracias a esa terapia el hijo del juez
se curó y cuando fue a dar las gracias al artífice de la curación descubrió a Rodri,
su compañero de colegio, el "rarito", el "pringadillo" que
no llegaría a nada, ese mismo compañero de clase que había hecho su sueño
realidad, había alimentado desde la niñez una ilusión y había logrado
transmitirla a esos niños que ya no tenían ilusión por nada.
El señor juez se dio cuenta
que Rodri había conseguido su sueño y
que con su sueño había logrado llevar la ilusión de vivir a muchos niños que la
habían perdido. El señor juez se dio cuenta que en la vida hay cosas
importantes "seguir viviendo" y cosas que no lo son tanto y que se
pueden sustituir, que el dinero y la fama no lo es todo ni lo cura todo. Que la
ilusión, la constancia, la perseverancia son valores que Rodri tuvo desde que
era un niño y todos se reían de él y que gracias a esos valores su hijo se
había recuperado, había encontrado sentido a su vida y ahora podía estar junto
a él. Y el señor juez decidió que Rodri le enseñara un poquito de su magia, que
le dejara colaborar con él en el hospital. Y el señor juez se dio cuenta que
alimentando una ilusión desde que eres un niño se puede crear más ilusión, que sintiéndote
feliz por lo que eres no por lo que tienes puedes hacer feliz a los demás. Y el
señor juez se dio cuenta que Rodri había encontrado su camino desde que estaba
en el colegio, lo había seguido y había conseguido su ilusión convirtiendo en
algo mágico a todo lo que le rodeaba.
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